sábado, 12 de julio de 2014

León blanco - Gabriel Alvarez


El león blanco no es ni una especie propiamente dicha ni una subespecie de león, sino una mutación genética que se ha observado, en exclusiva, en el león del Timbavati, Sudáfrica. Se trata, por tanto, de un gen recesivo inhibidor del color. Estos leones presentan un pelaje claro, prácticamente blanco. Todo ello es consecuencia de una variante genética transmisible entre padres portadores del mismo gen. Los leones blancos nada tienen que ver con los leones albinos, que pueden presentarse en cualquier subespecie de leones. A diferencia de los leones blancos, los leones albinos tienen los ojos rojizos, puesto que el albinismo es una carencia hereditaria, total o parcial, de pigmentación. En el caso de nuestros leones blancos, no se trata, por tanto, de albinismo, sino de leucitismo. Los pigmentos son visibles en sus ojos, que pueden presentar tonos dorados o avellana, como en los leones normales, así como azulados, grisáceos y verdes, las más de las veces.Aunque ya se hablaba de avistamientos no contrastados de leones blancos salvajes en la primera mitad del siglo pasado, sin embargo siempre fueron considerados como una leyenda por los científicos hasta que, en 1975, se observó de forma documentada una camada de estos leones en el Parque Nacional de Kruger, en Sudáfrica. Tras su seguimiento por parte de naturalistas y científicos, se pudo comprobar que, pese al inconveniente de presentar un mimetismo menos perfecto con su medio, la sabana, el león blanco se integra sin problemas en su clan. Son unos felinos muy escasos, tanto en su medio natural como en cautividad, existiendo en la actualidad tan sólo unas decenas de ellos repartidos por todo el mundo, principalmente en los parques zoológicos.




El león blanco está incluido en la subespecie Pantera Leo Krugeri, también llamado león del Transvaal. Se caracteriza por ser la subespecie de mayor tamaño y corpulencia que sobrevive en libertad, con ejemplares machos que a veces superan los 250 Kg., y hembras de hasta 180 Kg. El peso máximo documentado de un león de esta subespecie en libertad alcanza los 313 Kg. Presenta un cuerpo naturalmente diseñado para la caza, ya que es muy musculoso. Posee unas patas traseras bien adaptadas a la carrera y unas patas delanteras idóneas para agarrar y derribar a sus presas. Se trata de una subespecie que caza frecuentemente animales de gran tamaño, como búfalos cafres, jirafas, hipopótamos e, incluso, rinocerontes y elefantes jóvenes, además de las presas características del león, como ñúes, cebras, facóqueros y gran diversidad de antílopes.

 


 


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