domingo, 11 de mayo de 2014
El “mundo perdido” de Yongding, en China - Gabriel Alvarez
Hay una región de China que alguna vez supo captar la atención de Estados Unidos desde el espacio con sus construcciones circulares que se repiten por miles y por kilómetros. Una zona donde la forma de vida de sus habitantes alcanzó un grado de armonía con el entorno sostenido por siglos, en una organización en clanes familiares donde no existían distinciones de jerarquía.
Yongding es un condado en la provincia de Fujian que se asemeja a un “mundo perdido” por el solo hecho de conservar con pocos cambios una cultura, tradiciones y formas constructivas que aún hoy sorprenderían a cualquier visitante foráneo. Yongding es una zona habitada por etnias como los hakka, que entre otras habilidades, construían edificios de vivienda circulares o cuadrados en disposición amurallada con un diseño hiperfuncional, compartiendo entre clanes un modo de vida sustentable, con viviendas resguardadas del viento, luminosas, ventiladas y capaces de generar un microclima en su interior.
Curiosamente, las formas circulares dispersas en la región del condado de Yongding desconcertaron a los Estados Unidos en las primeras incursiones de espionaje a través de imágenes satelitales en plena guerra fría.
Las especulaciones sobre el hallazgo de miles de edificaciones como anillos dispararon hipótesis que iban desde instalaciones militares secretas, hasta bases de desarrollo de tecnología nuclear. Sin embargo, las comunidades o “apartamentos” de los Hakka precedían en varios siglos a la escalada de tensión de la Guerra Fría.
La inaccebilidad de la zona para el mundo occidental, preservaron casi desconocidos los elementos y rasgos que distinguen a la cultura de la etnia Hakka, sobre todo su organización en torno a los “apartamentos” llamados Tolou. Los Tolou (o tulou), son comunidades de viviendas (circulares o en cuadrados), que pueden tener hasta cinco pisos, y contener a un número de 80 familias, además de espacios para almacenes, pozos de agua, zonas de estar, bibliotecas comunitarias y zonas para procesar desechos. La organización espacial es tan funcional como planificada: todos los habitantes comparten espacios comunes y se sienten parte de una comunidad que vive en sintonía con su entorno y de un modo sustentable. Evidentemente ha funcionado por varios siglos.
Los Tulou son construidos en estructuras de barro, por lo que podrían traducirse como “estructuras de tierra”. Éste tipo de viviendas rurales son abundantes en las zonas de montaña en el sureste de Fujian, por lo que son conocidos también como Fujian Tulou. Aunque la mayoría son circulares, existen otros de forma cuadrada. Algunos de los conjuntos más emblemáticos, fueron reconocidos como Patrimonio de la Humanidad. Y razones no faltan, como bien puede verse en el conjunto Tianluokeng Tulou, uno de los conjuntos más reconocidos de éste tipo de comunidades, situado en cercanías de la ciudad de Zhangzhou:
Características de un Tulou
El concepto arquitectónico del Tulou, se basa en la tradición china de vivienda cerrada al exterior, una especie de muralla con viviendas y un patio común en el centro con una sala para el culto ancestral y funciones ceremoniales. Las muralles, servían a modo defensivo sobre todo entre el siglo XII y XIX, cuando bandidos armados asediaban gran parte del sur de China.
Las paredes exteriores eran más gruesas en su parte inferior, y resistían ataques con armas simples, o más sofisticadas. En años más cercanos (1934), algunos tulou resistieron numerosos cañonazos de parte del ejército en tiempos de revueltas. Por supuesto, la puerta era el costado más débil y frágil.
La convivencia
Tan interesante como su morfología es el sistema de convivencia comunitario. Los tulou eran viviendas para una comunidad de iguales, por lo tanto, su arquitectura no refleja ningún tipo de jerarquía social. Todas las habitaciones fueron construidas de un mismo tamaño y con la misma calidad de materiales, la decoración exterior, posee el mismo estilo de ventanas y puertas. Los Tulous, eran ocupados por un clan familiar durante varias generaciones, aunque algunos tenían más de un clan familiar en su interior.
Cada habitación, era asignada a un miembro del clan según la rama masculina de la familia: a cada hijo se lo consideraba como una de las ramas. Las tareas dentro de la comunidad también iban rotando temporalmente en cada una de las ramas de la familia. El compartir el mismo techo, simbolizaba la unidad y el amparo por parte de todo el clan. El entorno de los tulous funcionaba y funciona aún como una granja comunal.
Cuando un clan crecía hasta exceder los espacios de un tulou, se adicionaba un nuevo anillo concéntrico exterior, o simplemente, se construía un nuevo tulou en forma de clúster, y los clanes continuaban juntos.
La mayoría de los Tulou rodean con su forma circular un santuario central.
La UNESCO, declara a los Tulou como patrimonio de la humanidad, precisamente por ser un ejemplo excepcional de una tradición constructiva y funcional que resulta un modelo de vida comunitaria y organización defensiva, en relación armoniosa con el entorno.
Hoy en día, muchos de los clanes hakka se trasladan a nuevas viviendas modernas con mayores comodidades, siguiendo la tendencia de abandonar las zonas rurales de China. Sin embargo, conservan sus hogares ancestrales y regresan en ocasiones especiales, para reuniones familiares o fiestas.
Los edificios circulares Tulou se encuentran dispersos en las montañas de la provincia de Fujian. Muchas veces, son accesibles a través de sinuosas carreteras de montaña. Algunos pueblos como Tsuchi, son lugares ideales para observar los Tulou, al igual que zonas en cercanías de la ciudad de Nanjing.
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